NOMBRES PARA BEBES

A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z

TABLA DE CRECIMIENTO

¿Cuál es el peso y la talla del bebé al nacer?
Tanto el peso como la talla que el bebé tiene al nacer, dependen de muchos factores. Primero y principal del tamaño de los padres, ya que es una de las características físicas que se heredan, como el color del pelo o de los ojos. Otras veces depende de factores externos al bebé, como por ejemplo una enfermedad materna durante el embarazo, que no permita la llegada de suficiente alimento para el bebé, y en consecuencia el peso es inferior al que por herencia tendría que haber tenido. Por otro lado, también existen enfermedades que pueden provocar un aumento de peso exagerado, como en los casos que aparece una diabetes durante el embarazo.

¿Cuándo se dice que un bebé es de bajo o alto peso?
Se llaman bebés de bajo peso aquellos que nacen con un peso inferior a los 2.500 gramos, y bebés de alto peso a los que nacen con un peso superior a los 4.000 gramos. Siempre depende de los antecedentes familiares específicos en cada caso.

¿Cuándo comienza el bebé a acumular grasa?
El bebé comienza a acumular grasa a partir del quinto mes del embarazo y luego de nacido hasta los 6 meses de vida, momento que alcanza el porcentaje mayor de grasa corporal. Durante el primer año de vida el aumento de peso corporal adecuado nos habla de una alimentación acorde a sus necesidades.

¿Cuánto debe aumentar de peso y crecer mes a mes?
El aumento de peso no es siempre el mismo. En los primeros tres meses el aumento de peso debe ser entre 750 a 900 gramos mensuales. Entre el tercero y sexto mes debe aumentar entre 500 a 600 gramos mensuales. Entre el sexto y noveno mes el aumento de peso es menor, entre 350 y 400 gramos mensuales. Finalmente entre el noveno mes y el año de edad el aumento promedio mensual debe ser entre 250 a 300 gramos. Más abajo encontrarás unas tablas para saber como debe ir creciendo tu bebé durante el primer año de vida.
Debes tener en cuenta que debe permanecer siempre en el mismo percentilo de crecimiento (3, 50 ó 97), esto significa que si tu bebé nació con un peso inferior al promedio (percentilo 3), es normal que su curva de peso se mantenga siempre en ese rango, no es necesario que engorde para pasar a un percentilo superior, ya que el cambio de percentilo indica una dieta inadecuada. Lo mismo se aplica para el percentilo de la talla. Son distintas las tablas para los varones y mujeres, por ello se muestran en cuadros separados.
Si tu bebé no presenta un crecimiento satisfactorio, tu pediatra se encargará de averiguar las causas.
Tanto la medición del peso, como también la talla son controles de rutina que se deben realizar a tu bebé en la consulta habitual que realizas con tu pediatra.

LA DENTICION EN LOS BEBES

Todos pasamos por esta situación, pero por suerte no tenemos conciencia de ello, porque en honor a la verdad, ¿no es el dolor de muelas uno de los peores?
Cuán molesto fue nuestro proceso de dentición lo sabremos siendo adultos por las anécdotas de nuestros padres que nos acompañaron y sufrieron con nosotros.


¿Cuándo debe aparecer el primer diente?
No existen reglas estrictas con respecto a la aparición de los primeros dientes. Es un proceso normal que suele iniciarse a los 6 meses y prolongarse hasta los 30 meses. Sin embargo algunos bebés pueden presentar su primer diente a los 3 meses o al año, dependiendo de factores hereditarios.

¿En qué orden aparecen los dientes?
En el siguiente gráfico mostramos el orden de aparición de los dientes en la mayoría de los bebés.

¿Cuáles son los síntomas de la dentición?
Desafortunadamente, para la mayoría de los bebés este proceso no es asintomático. Es muy frecuente que la aparición de los dientes se acompañe de síntomas como fiebre, irritabilidad inusual, falta de sueño y babeo más abundante. Estos síntomas también pueden presentarse por otras razones, que vale la pena descartar con el pediatra antes de diagnosticar que son los propios síntomas de la dentición. También puedes verificar que el proceso de dentición está comenzando si observas que sus encías se encuentran hinchadas o inflamadas, o si al pasar un dedo por ellas notas un pequeño bulto (especialemente adelante del maxilar inferior). Recuerda que la diarrea o los estados de congestión y mucosidad no están asociados al proceso de dentición y es motivo de consulta con el profesional.

¿Cómo puedo aliviar las molestias del bebé?
A continuación te damos unos cuantos consejos para que alivies las molestias y el dolor que tiene tu bebé en sus encías:

• Mordillos
Dale mordillos de plástico blando que contengan agua, enfriados previamente en la heladera.

• Alimentos fríos
Ofrécele líquidos o gelatina fríos.

• Masaje de encías
También puedes frotar suavemente sus encías con un dedo limpio o una cuchara pequeña y fría o gasa mojada para desinflamar la zona.

• Medicamentos
Puedes administrar algún analgésico-antiinflamatorio-antipirético, en las dosis y tiempos que recomiende el pediatra.

• Productos tópicos para encías
Existen productos especialmente formulados para aliviar los dolores de encía que ocaciona la dentición. Colócale sobre las encías del bebé soluciones tópicas líquidas o en gel y que no contengan alcohol ni azúcar. En general son fómulas con sustancias suavizantes y descongestivas no tóxicas, que se adhieren a las encías provocando un gran alivio.

• Acompánanlo y confórtalo
Pero sobre todas las cosas, para el bebé que no comprende lo que le está ocurriendo, lo más importante es que sienta que su papá y mamá están allí a su lado, confortándolo de alguna manera.

¿Qué debo hacer para prevenir las caries?
En general el pediatra indica que se le administre flúor a partir de los 6 u 8 meses para disminuir los riesgos de caries dentales. El flúor no es mágico, debe asociarse a una correcta higiene dental, especialmente si los niños son amantes de los dulces

CONSEJOS PARA LA FUTURA MAMÁ

La investigación en materia de dietética y nutrición ha demostrado la considerable influencia positiva que tiene una alimentación equilibrada sobre el curso del embarazo.

Concretamente, el estado nutricional y los hábitos alimentarios de la futura madre son factores directamente relacionados su salud y la de su hijo. Se trata, por lo tanto, de un período muy adecuado para revisar los hábitos de vida.

Una alimentación racional en esta etapa fisiológica de la vida femenina es la mejor ayuda para prevenir alumbramientos prematuros e incluso problemas ligados al desarrollo del recién nacido como puede ser la disminución de peso o de talla, menor resistencia a las infecciones, etc.

Aunque no se pueden prevenir ciertos problemas hereditarios (hemofilia, fenilcetonuria, etc.), es posible modificar una nutrición deficiente. Es sabido que estados de malnutrición y/o carenciales pueden provocar alteraciones en el curso del embarazo: partos prematuros, malformaciones fetales, abortos, etc. Todo esto ha llevado a asegurar que es imprescindible un adecuado estado nutricional para asegurar la normalidad en el curso de un embarazo.
La evaluación del estado nutricional la debe llevar a cabo el médico que sigue el curso del embarazo junto con el profesional sanitario experto en nutrición (dietista - nutricionista).

Los especialistas señalan como circunstancias que pueden comprometer el estado nutricional materno: situación económica de privación, tercer embarazo en menos de dos años (las reservas maternas se agotan y es difícil que el organismo de la mujer no se resienta de algún modo: anemias, descalcificaciones, etc.), seguimiento de dieta terapéutica previa al embarazo, malos hábitos alimentarios, consumo de tabaco, alcohol u otras drogas, bajo peso al inicio del embarazo, enfermedades asociadas, embarazos gemelares y embarazadas adolescentes.

Las necesidades de éstas últimas son superiores a las de la mujer adulta al estar aún en edad de crecimiento y establecerse una especie de competencia entre el organismo materno y el del feto por conseguir nutrientes esenciales para el desarrollo.

En general, las recomendaciones alimentarias durante la gestación pretenden conseguir los siguientes objetivos:

* Cubrir las necesidades de alimentos propias de la mujer gestante.
* Satisfacer las exigencias nutritivas debidas al crecimiento fetal.
* Preparar al organismo materno para afrontar mejor el parto.
* Asegurar reservas grasas para la producción de leche durante la futura lactancia.

Durante el embarazo, el organismo de la mujer experimenta cambios que le afecta física u psíquicamente, por lo tanto su esfuerzo biológico es mayor.

La formación de un nuevo ser determina una serie de exigencias en la madre, una es la alimentación, la cual debe reunir las sustancias nutritivas que requieren, tanto la madre como el niño por nacer.

La actividad diaria de la mujer (sin estar embarazada) tiene un gasto aproximadamente de 2.000 calorías. Durante los primeros meses de embarazo, la cantidad de calorías deben mantenerse entre 2.000 y 2.200 aproximadamente por día. Conforme a la gestación progresa los requerimientos del niño aumentan y el consumo de calorías por parte de la madre puede llegar a 2.600 al final del embarazo. Generalmente la actividad de la madre disminuye, no es necesario aumentar la ingesta calórica.

La cantidad de calorías y la calidad de la misma y con el aumento de peso de la madre.

El sobrepeso conlleva adversos problemas como son: dolores de pie, piernas, espalda, el corazón tiene que realizar mayor esfuerzo, pierde agilidad y es mas propensa a caídas, los kilos de exceso no significan un bebé más grande y saludable, significa más problemas durante el parto y kilos demás en la madre después del parto.

El aumento total de peso durante el embarazo se considera que debe ser 10 Kg. a 12 Kg. Distribuidos más o menos en la siguiente forma:



La alimentación durante el embarazo constituye un factor de vital importancia para la correcta formación y crecimiento del bebé. Numerosos estudios demuestran la relación existente entre la alimentación materna durante la gestación y la salud y crecimiento de su niño. Especial relación existe entre la dieta materna y el desarrollo neurológico, por ejemplo: se conoce que una alimentación deficiente en ácido fólico puede ocasionar defectos en la médula espinal.

Además, está demostrado que la alimentación también se relaciona con el curso del embarazo, por ejemplo: una alimentación inadecuada puede ocasionar complicaciones como anemia y/o preeclampsia durante el embarazo y muchos de los desagradables síntomas que se pueden sufrir durante la gestación tales como fatiga, estreñimiento o calambres, pudieran minimizarse con una dieta adecuada.

Alimentandose Correctamente

La correcta alimentación también contribuye a evitar un trabajo de parto prematuro, al equilibrio emocional y a la recuperación corporal después de dar a luz.

Por éstos motivos, resulta importantísimo alimentarse de manera adecuada durante el embarazo y vale la pena el esfuerzo de cumplir con los siguientes principios nutricionales:

* Cada comida cuenta para el bienestar del bebé.
* Consuma calorías provenientes de comidas que realmente alimenten.
* No ayune ni elimine comidas. - Prefiera los alimentos ricos en proteínas y bajos en grasas.
* Prefiera los alimentos naturales frescos en lugar de procesados.
* Aunque los carbohidratos engordan, no deben ser eliminados de su dieta.
* Limite su consumo de azúcar refinado.
* Es mís fácil mantener una dieta sana cuando la siguen todos los miembros del grupo familiar.


Calorias segun el Periodo de Gestación

Si bien es cierto que la embarazada debe consumir más calorías que las que ingería antes de quedar embarazada para alimentarse y para nutrir a su bebé, también es cierto que los requerimientos del niño durante los primeros meses de gestación son relativamente pequeños y pueden cubrirse aumentando ligeramente el consumo calórico. Durante el primer trimestre de gestación, bastarán unas 300 calorías adicionales diarias para cubrir éstos requerimientos.

Sin embargo, no resulta conveniente contar obsesivamente cada caloría consumida, simplemente se deberán escoger los alimentos en base a los 8 principios básicos descritos y pesarse semanalmente en una balanza confiable, para comprobar que el aumento de peso sea lo más constante posible, sin subidas ni bajadas bruscas. Para ello, deberá pesarse siempre a la misma hora y en condiciones similares, por ejemplo, en la mañana después de evacuar y desnuda.

Durante el primer trimestre de gestación, el aumento de peso debería estar entre 1,400 Kg a 1,800 Kg y luego unos 400 a 500 gramos semanales durante el segundo trimestre y hasta el octavo mes. Para todo el noveno mes unos 400 a 500 gramos.
Por lo tanto, el aumento de peso de la embarazada debería oscilar, aproximadamente entre:

1,4 - 1,8 kg en el primer trimestre
5,5 a 6,5 kgs en el segundo trimestre
3,5 - 4,5 kg en el tercer trimestre.
10,4 - 11,8 Kgrs. en total

Dado que éstos valores son aproximados, podemos considerar razonable y seguro un aumento de peso promedio entre los 11 y 16 kilos, durante toda la gestación. Sin embargo, existen muchas mujeres con necesidades especiales, por ejemplo aquellas que comienzan su embarazo con un peso muy bajo o con sobrepeso o las que presentan un embarazo múltiple, que deberán ganar más o menos peso según sus necesidades y que deberán vigilar estrechamente la progresión de su peso.

Cuando la embarazada mantiene un aumento de peso dentro de los límites mencionados, estará consumiendo el número de calorías adecuado, cuando el aumento de peso es mayor será porque consume demasiadas calorías y en el caso contrario, estará consumiendo menos de las necesarias.

Cada Componente de los Alimentos y su Funcion en el Embarazo

Proteinas


Las proteínas son de una importancia vital para el crecimiento y desarrollo del nuevo ser. Toda embarazada deberá consumir aproximadamente unos 100 gramos de proteína diariamente, es decir, unas cuatro raciones.

Vitamina C

Esta vitamina es esencial para muchísimos procesos metabólicos sin embargo que el cuerpo no puede almacenar, por lo que todo ser humano debería consumirla diariamente, preferiblemente mediante el consumo de alimentos ricos en ésta vitamina frescos y crudos.

Calcio Principal y Fundamental

El Calcio es un mineral imprescindible para muchísimas funciones orgánicas: es vital para el desarrollo y correcto funcionamiento de la musculatura, el corazón y los nervios, la coagulación sanguínea y las actividades enzimáticas.

Los niños en pleno crecimiento necesitan mucho calcio para tener unos huesos y dientes fuertes. Lo mismo sucede durante la gestación: el acelerado crecimiento fetal requiere de importantes cantidades de calcio.

Cuando los suministros de éste valioso mineral son inadecuados, el bebé lo extraerá de los huesos de la madre para cubrir sus necesidades, condenando a su madre a sufrir de debilidad ósea (osteoporosis).

Este es el principal motivo por el que las embarazadas deberían suplementar su alimentación con calcio; pero además existe otra razón para beber la leche necesaria (o tomar calcio de otras formas): según una reciente investigación, la ingestión de calcio podría ayudar a prevenir la hipertensión gestacional (preeclampsia) y con ello muchas de las complicaciones obstétricas y neonatales que se pueden presentar.

Por éstos motivos, durante el embarazo y el período de lactancia toda mujer debería consumir 1.200 mgrs. cada día, por ejemplo: cuatro raciones diarias de alimentos ricos en calcio, preferiblemente en forma de leche.

Para aquellas mujeres que aborrecen tomar cuatro vasos de leche diarios, existen alternativas para su consumo. Por ejemplo: puede servirse en forma de yogur, queso o requesón. Puede esconderse en sopas, guisos, panes, cereales o postres; ello es especialmente fácil cuando se toma en forma de leche descremada en polvo. Cuando la embarazada prefiere la leche líquida, podrá duplicar su contenido de calcio añadiéndole 1/3 de taza de leche descremada en polvo.

Para aquellas que no toleran o no desean ingerir productos lácteos, el calcio también puede obtenerse de otros alimentos. Para las que no pueden estar seguras de ingerir suficiente calcio con su dieta (como por ejemplo las vegetarianas o las que sufren de intolerancia a la lactosa) podría ser recomendable tomar un suplemento de calcio.

Hortalizas y Frutas

Son la fuente principal de fibra y vitaminas tales como: vitamina A en forma de beta-caroteno, vitamina C, vitamina E, vitaminas del complejo B, ácido fólico. Además aportan gran cantidad de minerales, que junto a las vitaminas son vitales para el crecimiento celular. Su aporte en fibra contribuirá a mejorar el estreñimiento.

Toda embarazada deberá ingerir entre tres y cinco raciones diarias de éste grupo de alimentos.

Cereales y Legumbres

Se deberán consumir cinco raciones diarias de cereales como trigo, cebada, maíz, centeno, arroz y soja, sin embargo los cereales refinados, a pesar de ser enriquecidos, no aportan las vitaminas y minerales que la embarazada pudiera recibir al consumir cereales integrales y legumbres frescas.

Hierro

En casi todas las frutas, verduras, cereales integrales y productos de origen animal se encuentran cantidades pequeñas de hierro, sin embargo la embarazada y su bebé requieren cantidades importantes de éste mineral, por lo que se recomienda consumir alimentos muy ricos en hierro, tales como: hígado y otras vísceras, sardinas, vegetales de hoja como acelgas, berros, espinacas y legumbres (garbanzos, lentejas, caraotas).

En vista que a veces resulta difícil consumir todo el hierro que la embarazada y su niño requieren a través de la dieta, a partir del segundo trimestre de gestación probablemente su médico-obstetra recomendará suplementos de hierro, que será preferible ingerir entre las comidas con un jugo de frutas.

Grasas

De las calorías diarias que consume una embarazada, no más del 30 % deberían provenir de alimentos ricos en grasas Un exceso en su consumo podría producir un aumento excesivo de peso, sin embargo eliminar las grasas por completo puede resultar peligroso, ya que el bebé la requiere para su desarrollo.

Se deberá controlar cuidadosamente el consumo de alimentos ricos en grasas para no exceder su consumo generando así sobrepeso.

Sal

El exceso de sal no es saludable para ninguna persona y menos aún para la embarazada, pero no se deberá eliminar de la dieta ya que cierta cantidad es necesaria para el mantenimiento de un nivel adecuado de líquidos.

Para consumir una cantidad adecuada de sal, se recomienda utilizarla únicamente en la mesa y no mientras se preparan los alimentos. Restrinja su uso, sin eliminarla.

Líquidos

La mayor parte del cuerpo humano está compuesto por agua y la embarazada deberá beber líquidos por dos.

Durante el embarazo aumenta la cantidad de líquido corporal y, por otra parte, el cuerpo del bebé tiene muy alto contenido de agua, por lo que la mujer deberá aumentar también su ingesta de líquidos. La producción de leche materna también depende directamente del estado de hidratación de la madre y la composición de esa leche materna variará según el consumo de líquidos durante el período de amamantamiento.

Beber unos 8 vasos de agua por día permitirá la correcta hidratación cutánea, evitar el estreñimiento, eliminar las toxinas del cuerpo, disminuir los riesgos de una infección de las vías urinarias y producir una adecuada cantidad de leche materna, capaz de suplir los requerimientos de su bebé.

Las necesidades de líquidos se pueden cubrir no solamente con agua. Otros líquidos como la leche, jugos de frutas o vegetales y sopas pueden cumplir perfectamente con estos requisitos.

EL HOMBRE FRENTE A UN EMBARAZO

Embarazo:

el lugar del hombre



El hombre ante la noticia del embarazo de la mujer a menudo siente una serie de emociones encontradas, contradictorias y esto se debe a que la sorpresa no encuentra demasiado apoyo en las huellas de su memoria. Pareciera entender poco acerca de la evolución de la gestación. Cree que es algo natural que ella debe llevar a cabo, es decir sin inconvenientes.





Este pasa a ser el primer punto en el cual muchas veces toma una distancia apreciable de la revolución de emociones en la que entra su compañera y él a partir de ese momento.
La alegría en él se asocia inmediatamente con la identificación con su padre: “voy a ser papá”, pero el verdadero protagonismo que a menudo invade su cotidianeidad son los cambios en el carácter, que se producen en la mujer, el aumento de las demandas de comprensión, el pedido de contención ante sus temores, las náuseas y el aumento de su sensibilidad.

De pronto, el hombre se encuentra ante una mujer diferente y como desconoce todos los cambios fisiológicos y emocionales, en el mejor de los casos acompaña el proceso sin entender demasiado. En el peor de los caso, se aísla de su pareja pensando “quién entiende a las mujeres” o simplemente se excluye al sentir que ha perdido protagonismo.
Es muy claro observar que el hombre se encuentra fuera de la escena hasta el momento de la primera ecografía en la que puede ver con sus propios ojos esa figura que se mueve, un pequeño corazón que late, ése es el día del shock. A partir de ese momento pareciera comenzar a fascinarse con lo que va creciendo en el vientre de la mujer: su hijo.





Lo importante pasa, cuando el hombre comienza a hacerse cargo del proceso. Se encuentra con una verdadera exclusión y lo siente en las frecuentes visitas al médico obstetra quien la mayoría de las veces hace las preguntas habituales como si él estuviera ausente en la entrevista, como si no tuviera participación alguna en ese acto de gestar.

Muchos hombres hoy han cambiado y mucho, es gracias a su intervención, insistencia en participar hasta las últimas instancias a quienes les debemos la frecuente presencia de hombres en las salas de partos y cesáreas. Si, aunque no se pueda creer, el hombre puede acompañar en la cesárea, y es más, es imprescindible que así sea porque es el momento en el que su compañera lo necesita.





Pero hay algo en lo que el hombre no ha cambiado aún y es que no solo debiera acompañar sino participar en este proceso mucho más de cerca expresando sus propios sentimientos frente al proceso, tratando de comprender y aprender sobre los sentimientos de su mujer en este periodo que son tan diferentes al de cualquier otro en su vida. Informarse sobre la importancia radical de su presencia al lado de ella para aliviar sus temores y angustias cuando las hay. Aprender como hombre a aprovechar en todas sus variantes esta oportunidad que la vida les da a ambos para crecer, pues seguramente si ello sucede, juntos, lograrán llegar a ocupar ese lugar de papá y mamá que tanto desean.





Existen hoy muchos lugares por demás apropiados para este aprendizaje tanto para ellos como para ellas, y digo apropiados porque allí se les permite a ambos la expresión de sus deseos y preocupaciones, a aclarar los malentendidos que surgen en todo proceso de cambio del cual no se tiene experiencia previa.

Nadie duda ya que es en estos momentos de gran incertidumbre cuando la ciencia médica institucional invade con sus concepciones que no por ciertas dejan de ser rígidas y obstaculizantes.





Es más, todo lo que ha cambiado gracias a las insistentes demandas de las parejas: la participación en partos y cesáreas, en el corte del cordón, en el acompañamiento de su bebe a neonatología etc., en nada a modificado el proceso de salud, más bien ha beneficiado a ambos.

¿ COMO ANUNCIAR A TU HIJO QUE VA TENER UN HERMANITO ?

VIENE UN HERMANITO


Dar la noticia de la llegada de un hermano a un niño de dos a tres años puede ser fácil, pero también frustrante. Los padres nos planteamos preguntas del tipo: ¿Cuándo y cómo decírselo para que lo entienda y no se sienta destronado? ¿Qué hacer para que no tenga celos del bebé? Conocer las respuestas nos será de gran utilidad.

No sirve de nada contárselo muy pronto porque es muy pequeño para entender algo que no sea tangible. Tampoco es adecuado esperar hasta el último momento, porque al ver los cambios imaginará todo tipo de elucubraciones. Lo mejor es contárselo entre el cuarto y quinto mes de embarazo.

Quizás pensemos que una vez dicho, problema resuelto. Pero no es así, a partir de ese momento se sucederán innumerables retahílas de porqués encaminados a saciar su curiosidad. Los especialistas aconsejan dar respuestas claras, sencillas y firmes, olvidarse de la cigüeña y analogías del estilo.





Los celos son normales

Aunque el niño oiga que nada va a cambiar con la llegada del hermanito y que papá y mamá le van a seguir queriendo igual, su miedo a lo desconocido, a esa reorganización total de la familia provoca celos. Es una reacción natural ante una situación de pérdida de poder, de atención y de amor (o por lo menos así lo cree él).

No hay que preocuparse en exceso: en la mayoría de los casos, los celos no son ni tan graves ni tan duraderos como los padres pensamos. Es la forma que tiene el pequeño de expresar sus sentimientos por los cambios, y lo habitual es que desaparezcan cuando se acostumbre a ellos. Pero de momento, piensa que ese intruso ha llegado para sustituirle. Este sentimiento es normal y necesario: un niño que no expresa ningún tipo de celo, por pequeño que sea, puede que esté escondiendo algún otro problema.

El niño pasará por tres etapas antes de acoger a su nuevo hermano:

* Protesta. Es la etapa inicial. El pequeño utilizará todo lo que tenga a mano para recuperar esa atención de los padres que antes conseguía sin ningún esfuerzo.
* Desesperación. Ante la falta de respuesta a sus demandas (su hermano sigue en casa) se desespera y puede mostrar cierta ansiedad.
* Adaptación. Por fin, el pequeño se resigna y poco a poco se va acostumbrando a la nueva situación.

Cómo se manifiesta el hermano mayor

* El comportamiento:

* Muchos usan la desobediencia, el llanto o el incordio al hermano (le quitan el chupete, le empujan...) para llamar la atención. Estas reacciones son una especie de castigo al «nuevo» y a sus propios padres.
* Pueden volverse más retraídos o tímidos: el pequeño evita el contacto con otros niños o adultos y prefiere jugar él solo. Tanto cambio le hace sentir inseguro.
* Distintas formas de regresión: pide de nuevo el chupete si ya lo había dejado, habla peor o vuelve a hacerse pis. Cree que si es como antes de que naciera el hermanito, todo volverá a la normalidad.

* La alimentación: adaptarse de golpe a la llegada de un hermano es estresante. Y ese nerviosismo causa en ocasiones trastornos de su conducta alimentaria. Puede mostrarse totalmente inapetente o comer con un ansia inusitada. En realidad no es más que otra llamada de atención, pero suele resultar más alarmante para los padres. Por suerte, este tipo de conducta no suele prolongarse en el tiempo.

* El sueño: es muy común que el estrés altere su sueño. Puede tardar en dormirse, despertarse en mitad de la noche con pesadillas o levantarse mucho antes que de costumbre. En cuanto el pequeño se adapte a la nueva rutina y a la presencia de un nuevo miembro en la familia, lo normal es que estos problemas desaparezcan solos.

Cómo reducir sus efectos

Aunque se trate de una situación transitoria, lo cierto es que los celos pueden traer de cabeza a más de un padre. Manejarlos bien ayudará al niño a adaptarse más rápido y mejor a la nueva situación.

* Es fundamental no ridiculizar los sentimientos del pequeño para no hacerle sentir que ya no nos preocupamos por sus cosas. Para él son muchos cambios de pronto, hay que darle tiempo para que los vaya asimilando.
* Habrá que mantener en lo posible sus rutinas: leerle un cuento antes de dormir o salir al parque el sábado por la mañana si es lo que venía haciendo antes de la llegada del hermano.
* Será bueno ignorar sus malos comportamientos (no premiar esas llamadas de atención con nuestra preocupación o enfado) y alabar su conducta cuando nos ayude a su manera con las tareas del cuidado del hermano menor.
* Hay que sacar tiempo para dedicárselo en exclusiva (cantarle una canción mientras hacemos recados no cuenta).
* Explicarle que papá y mamá le quieren exactamente igual que antes aunque no puedan dedicarle todo su tiempo. Usa ejemplos cotidianos: si el niño tiene dos juguetes preferidos, un oso de peluche y una pelota, se le puede preguntar si cuando juega con el oso quiere decir que ya no quiere la pelota o al contrario.

¿ POR QUÉ SE ADELANTA EL PARTO ?

¿Por qué se adelanta el parto?


Los ginecólogos consideran normal que el parto se adelante 15 días o se retrase una semana. Sin embargo, últimamente ha crecido mucho el número de bebés que nacen antes de tiempo.

La duración media del embarazo es de 40 semanas, que empiezan a contar el primer día de la última menstruación. Cuando el bebé nace antes de la 37ª semana de embarazo, se considera que el parto es prematuro.





Uno de cada diez niños nace antes de tiempo y cada vez son más los que lo hacen cuando la gestación no ha alcanzado la semana 34ª, lo que aumenta el riesgo para el bebé. Descubre por qué se adelata el parto y qué puedes hacer si esto ocurre.





Factores de riesgo

Estos son algunos factores que incrementan el riesgo de parto prematuro:

* Las fecundaciones in vitro aumentan las posibilidades de embarazos gemelares y estos son una causa de parto prematuro. El 20 por ciento de las gestaciones múltiples terminan antes de la semana 37ª.

* La raza es un factor clave que determina el riesgo de dar a luz anticipadamente. Según algunos estudios, los partos pretérmino son hasta tres y cuatro veces más frecuentes en las mujeres de raza negra que en las mujeres de raza blanca.
* Las embarazadas inmigrantes suelen someterse a menos controles ginecológicos. Esto hace que tengan más alteraciones que no son controladas a tiempo y el riesgo de partos prematuros es elevado.

* Enfermedades maternas. El nacimiento puede adelantarse si la embarazada padece hipertensión, cardiopatías o diabetes y, también, si anteriormente ha sufrido partos prematuros o abortos.

* Las infecciones vaginales y urinarias que no son tratadas adecuadamente. La inflamación que produce la infección propicia la producción de prostaglandinas, unas hormonas que se encargan de iniciar las contracciones y la dilatación. Su presencia puede desencadenar el parto antes de lo esperado.

* Complicaciones durante el embarazo. Los sangrados, la preeclampsia (un cuadro grave relacionado con un aumento excesivo de la tensión arterial), el exceso de líquido amniótico, el desprendimiento de la placenta de la pared uterina o la rotura de la bolsa de aguas pueden hacer que el parto sea prematuro.

* La edad y el peso. Es posible que el parto se adelante cuando la embarazada es demasiado joven (tiene menos de 18 años) o es mayor de 40 años. El bebé también puede llegar antes cuando la futura mamá tiene un índice de masa corporal muy bajo.

* Hábitos poco saludables. Tomar drogas, alcohol, fumar, coger peso o vivir una situación de estrés agudo durante el embarazo aumentan el riesgo de parto pretérmino.





Síntomas

Los partos pretérmino son en su inicio similares a los demás. La futura madre puede empezar a notar contracciones uterinas regulares, un goteo vaginal de fluido transparente o sanguinolento, calambres abdominales o dolores en la parte baja de la espalda.
Aunque estos síntomas no tienen por qué desencadenar necesariamente en parto, conviene acudir cuanto antes a la consulta del ginecólogo para que sea él el que determine si se trata de una falsa alarma o si realmente es un aviso de que el bebé está en camino.
Si se ha roto la bolsa de aguas o hay sangrado, es muy importante acudir al hospital sin demora.





¿Se puede detener?

* Cuando la amenaza de parto se presenta pasada la semana 34ª, los médicos no suelen frenarlo, porque el bebé está lo suficientemente maduro para nacer y desarrollarse sin problemas. Sin embargo, si la amenaza de parto se produce antes y las circunstancias de la madre y el bebé lo permiten, se pone un tratamiento para detener las contracciones, siempre que no existan contraindicaciones. Lo más habitual es que el médico recomiende reposo en cama y, cuando lo considera oportuno, prescribe un tratamiento farmacológico.
* Si la bolsa está intacta y el cuello del útero no se ha dilatado mucho, el empleo de fármacos tocolíticos, unos antagonistas de la hormona oxitocina que inhiben las contracciones, consigue prolongar la gestación un mínimo de 48 horas, tiempo necesario para acelerar, con corticoides, la maduración de los pulmones de los fetos de menos de 34 semanas. Los tocolíticos se administran por vía intravenosa y no suelen presentar efectos secundarios. Estos medicamentos se inyectan por vía intramuscular.
* En este caso, la madre permanece ingresada en el hospital durante unos días. Aunque no resulta fácil, a veces, los médicos consiguen posponer el nacimiento del bebé. La futura mamá puede regresar a su casa, pero tendrá que guardar reposo.
* Si la bolsa está rota, hay que administrar antibióticos para prevenir el riesgo de infección intrauterina. Dependiendo del grado de la fisura, se intentará prolongar el embarazo o se provocará el parto.





¿Cómo puede evitarse?

Los expertos insisten en la importancia que tienen los cuidados de la madre.

* Si padeces una enfermedad crónica debes acudir al médico antes de quedarte embarazada. Una detección a tiempo es la mejor garantía para evitar el nacimiento prematuro del bebé.
* Durante la gestación hay que seguir una dieta equilibrada y mantener hábitos de vida saludables, como no fumar ni beber bebidas alcohólicas, mantener el descanso aconsejado, evitar en el estrés y acudir regularmente al ginecólogo.
* En los casos en los que la embarazada presenta algún síntoma de riesgo, el especialista, además de prescribirle un tratamiento, la instruirá para que pueda reconocer los síntomas del parto prematuro de manera temprana y sepa cómo actuar.
* Para una detección precoz del parto prematuro puede realizarse un análisis de la fibronectina, una sustancia que ayuda a fijar el saco fetal a la pared uterina y que puede aparecer en las secreciones vaginales. Su aumento incrementa las posibilidades de que el bebé llegue al mundo antes de tiempo. Para detectarla se toma una muestra de las secreciones vaginales de la embarazada entre las semanas 24ª y 34ª. Esta prueba se realiza a las mujeres que han tenido síntomas de parto prematuro o que presentan riesgo de sufrirlo.
* En algunos casos se completa con la medición de la longitud del cuello del útero. Las mujeres que tienen un cuello más corto y aquellas que presentan un acortamiento en los siguientes exámenes tienen más posibilidades de sufrir un parto prematuro.





Peligros para la madre

Aunque en un principio el parto pretérmino no tiene más riesgos para la madre que un parto a término, pueden surgir algunas complicaciones, sobre todo cuando la causa es una infección vaginal o urinaria o cuando el útero no está preparado para el nacimiento.
Por este motivo, y para evitar el sufrimiento del bebé, muchos de estos partos se realizan por cesárea. Aunque la atención médica asegura que, en la inmensa mayoría de los casos, todo se desarrolla con normalidad.
Los padres pueden necesitar apoyo psicológico para entender lo que les ha pasado. La mayoría de los centros hospitalarios disponen de un servicio de atención psicológica que les presta ayuda, ya que el hecho de dejar a su bebé ingresado en el hospital les obliga a vivir una situación emocional muy dura y no saben cómo enfrentarse a ella.